La etapa 9, con 23,5 kilómetros, es la más larga de toda la marcha de larga distancia y también la que tiene más metros de altitud (ver Perfil de elevación). La segunda parte de la ruta, sin embargo, discurre por senderos anchos y fáciles de recorrer, por lo que se puede avanzar con relativa rapidez.

Los que no pasaron la noche en Sant Feliu de Guíxols después de la etapa 8, sino en la más pequeña S'Agaró, caminarán primero por la hermosa costa antes de que el camino se dirija al interior de las colinas detrás de Sant Feliu de Guíxols. Como no hay paradas de avituallamiento a lo largo del camino, te aconsejamos que hagas un picnic en Sant Feliu de Guíxols.

Salimos del casco antiguo de Sant Feliu de Guíxols y pasamos por la imponente fachada del Monestir de Sant Feliu de Guíxols. Luego pasamos unas pequeñas rotondas y salimos de la ciudad por una carretera forestal hacia el oeste.

Sobre un terreno arcilloso y caminos parcialmente deslavados, el sendero asciende de forma constante hasta una altitud de casi 500 metros. Caminamos a través de un escaso bosque de coníferas y alcornoques. De vez en cuando, la vista se abre hacia Sant Feliu de Guíxols y el mar. Ahora continuamos por caminos forestales durante varios kilómetros en altura.

Sólo vuelve a ser espectacular poco antes del descenso: algunas rocas que se alzan en el paisaje se ofrecen como mirador y para hacer fotos. El siguiente descenso es empinado y no es precisamente fácil para las rodillas (tal vez el único tramo de todo el Camí de Ronda en el que habría merecido la pena utilizar bastones de senderismo).

Incluso desde la distancia, puedes ver las llamativas torres fortificadas de la colina del casco antiguo de Tossa de Mar, punto de llegada de esta etapa. Tossa de Mar está muy bien desarrollada y es muy popular entre los turistas, por lo que hay una amplia oferta de alojamiento.